Confiera a su figura una mayor plasticidad mediante formas geométricas básicas como los cilindros. Añada también el escudo, la espada y las manos; todo ello de forma simplificada. Al hacerlo, asegúrese de que dibuja las proporciones y los solapamientos, de forma que no se encuentren demasiadas líneas en un mismo punto. Indique el peso de la espada no dibujando la muñeca en posición recta.

Recomendamos colocar el papel de acuarela encima de una hoja de papel sin usar. Así evitará que se marque la estructura de la superficie subyacente (p. ej. el tablero de la mesa) . En el dibujo realizado con el delineador fino, realice una base en las superficies individuales con lápices acuarelables Art GRIP. Para ello, mantenga el lápiz lo más plano posible y acaricie el papel con él para rellenar cada área individual. Tendrá que afilar el lápiz de vez en cuando, si ve que es necesario.
Para crear más sensación de profundidad y tridimensionalidad, puede reducir o aumentar la intensidad de la aplicación de color en determinados puntos del dibujo. Puede ver la diferencia de aplicación de color en el escudo y en el cabello; esto se logra pasando un pincel húmedo. Este método le permite crear varias texturas de superficie.

Dibuje ahora la imagen de fondo. Para ello, de nuevo, realice un boceto preliminar.
Dibuje un castillo con un camino sinuoso y escarpado hacia él. Para que el castillo parezca especialmente amenazante, alargue su altura e incluya un número inusualmente elevado de torreones en punta.

Cuando esté coloreando el fondo con lápices acuarelables, será mejor elegir colores complementarios para reforzar la impresión surrealista del dibujo. La aplicación en seco del color en el papel de acuarela confiere al camino en primer término y a las rocas la textura rugosa necesaria. Repase ahora el camino con un poco de agua.
Después de ello, aplique una base en las nubes usando los lápices acuarelables y pinte encima de las superficies con un pincel humedecido.