Home office, videoconferencias, tutorías en línea: nuestro mundo laboral está cada vez más dominado por lo digital. No sólo en tiempos de crisis, sino también en la vida cotidiana normal y exigente, las actividades analógicas y creativas proporcionan equilibrio mental.

Pequeño gesto, gran efecto simbólico: Uno de los muchos consejos actuales para el trabajo de oficina desde casa es que no hay que limitarse a cerrar el computador portátil al terminar de trabajar, sino que hay que apagarlo por completo. Sólo así se le da al sistema la oportunidad de ordenarse y empezar de nuevo a la mañana siguiente. Lo que se aplica a las computadoras se aplica aún más a las personas: en tiempos de estrés digital masivo, por un lado, y de oportunidades dolorosamente reducidas de regeneración durante el confinamiento, por otro, nosotros también debemos encontrar oportunidades de recargarnos para mantener nuestro equilibrio interior a pesar del aislamiento y la monotonía.

Y un gesto rápido no es suficiente. Al contrario: cuanto más virtual se vuelve la vida cotidiana, mayor parece ser la importancia de las actividades reales y físicas, que también pueden llevar algo más de tiempo. Así lo sugieren las cifras de los últimos y turbulentos meses de la pandemia. El servicio de videoconferencia Zoom, por ejemplo, informó de un aumento del 88% en las ventas en comparación con el año anterior ¹. Al mismo tiempo, los proveedores del mundo analógico también han registrado resultados récord: los editores de juegos aumentaron sus ventas en una quinta parte, las ventas de rompecabezas se incrementaron en un 32% en todo el mundo ², y en una evaluación de las consultas de búsqueda en Internet, términos como crucigramas, dibujos y papiroflexia ocuparon los primeros puestos de la clasificación ³. Todas las actividades en las que intervienen bolígrafos, pinceles y papel han alcanzado ya la categoría de clásicas: Faber-Castell registró un aumento de más del 300% en las descargas de plantillas para colorear e instrucciones para dibujar.

Ya sea cocinando o coloreando: ¿Qué nos aporta el trabajo manual, en el sentido literal de la palabra? ¿Es una distracción, un alivio para el cerebro estresado? Ciertamente, como sabe cualquiera que haya experimentado la fluidez al colorear un mándala, es ese estado de suspensión en el que los pensamientos fluyen. Pero es más. Las actividades manuales pueden fortalecernos mentalmente a largo plazo, especialmente en situaciones en las que incluso el mayor esfuerzo mental no puede resolver todas las cuestiones.

"La necesidad de control y autodeterminación es una necesidad humana básica", afirma la psicóloga diplomada alemana Stefanie Gütlein, de Breisach am Rhein. "Para muchos, la pérdida de control que se siente debido a las limitaciones de la crisis del coronavirus es profundamente aterradora. Nuestras opciones personales para ejercer influencia -como evitar el contacto y mantener la distancia- son, después de todo, bastante pasivas. Resulta aún más útil hacer algo que podamos llevar a cabo nosotros mismos, porque a través del trabajo creativo volvemos a la acción". La sensación de poder (co)modelar las situaciones se considera generalmente la clave de una mayor serenidad, tanto en las fases turbulentas de una pandemia como en una vida cotidiana menos temerosa, pero a menudo también muy desafiante. Una nueva normalidad, de la que ahora se habla con tanta expectación, debería por tanto ofrecer idealmente suficiente espacio para el trabajo creativo, tan importante desde el punto de vista psicológico.

Estas autocreaciones no tienen por qué ser obras de arte impresionantes: también pueden ser una plantilla pintada. Porque la coloración uniforme y repetitiva de las superficies tiene un efecto tan relajante como la liberación de la presión de tener que crear obras extraordinarias. Mirarse a uno mismo y a lo que ha creado con simpatía: Ahí está el arte ahora. "Deberíamos decir adiós a la exigencia de funcionar de la manera más eficiente o perfecta posible en estos tiempos difíciles", dice Stefanie Gütlein, un credo que idealmente da forma no sólo a nuestra visión de la afición, sino a toda nuestra vida cotidiana.

Para que el viaje al trabajo sea aún más estructurado en el futuro y para dar más espacio a las tan importantes fases de recuperación, los desarrolladores de software también se han vuelto creativos: La plataforma de conferencias Teams presentará en breve la función "viaje virtual", con la que se podrá cubrir una ruta de trabajo ficticia. Otra forma de dejar atrás la oficina en casa, al menos en la percepción, y llegar de nuevo a uno mismo. En el mundo real.

( ¹ Fuente: statista; ² Fuente : Buchreport.de, ³ Fuente : Picodi)