Coloque, a poder ser, un martillo y un clavo ante sí encima de la mesa. Los objetos reales facilitan la tarea de captar las proporciones, los materiales, las sombras y los puntos de luz. Alternativamente, también puede utilizar una foto. Dibuje primero la silueta del martillo en el  papel de acuarela con un gris cálido V 274.
A continuación, ocúpese del cabezal del martillo con negro 199, utilizando también marrón nuez 177 en los bordes. Use gris cálido V 274 en las superficies curvadas del cabezal del martillo en las que el metal refleja la luz. Aplique marrón nuez 177, ocre oscuro 187 y rojo veneciano 190 en el mango de madera. Puede hacer un poco más de presión con el lápiz en el papel al representar la veta de la madera de forma que las líneas se mantengan mejor tras el difuminado.

Para acabar, aplique toques de luz en el cabezal y en el mango del martillo con blanco 101. Aplique pigmento blanco y mezcle con cuidado. Trabaje la textura del metal con marrón nuez 177. Dibuje el clavo con gris cálido V 274 y negro 199, y difumine con el pincel. Para acabar, aplique sombras con gris cálido V 274. Para ello, puede aplicar una capa fina de pintura con un lápiz acuarelable en seco, difuminando a continuación con el pincel con depósito de agua, o eliminar el pigmento directamente de la punta del lápiz con el pincel humedecido y aplicando la pintura húmeda en el papel.